lunes, 1 de diciembre de 2014

¡CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS!

Evangelio: Marcos 13,33-37
"Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa"
En aquel tiempo, dijo Jesús sus discípulos: "Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!"

Nuevamente el ciclo litúrgico nos lleva a reflexionar sobre nuestra vida, todo coincide: el final del año, la navidad con su doble sentido de primera venida y espera de la segunda al final de los tiempos... pero que nos decimos nosotros los que vivimos de la fe en Cristo.

Para el confirmando debe ser un tiempo de reflexión, de espera... ya te confirmaste, pero el camino que comienzas, va en espiral, cada año te reta a ser mejor, debes estar con los ojos bien abiertos, sin caer en el sueño, estando en vela.

Hay tantas cosas que en este mundo, algo cruel, nos agobia y nos hacen querer caer en el sueño, y nos sentimos soñolientos de la vida, preferimos adormecer nuestras conciencias y desviar nuestra atención de las cosas que valen la pena.

Ahora que tu fe te ha sido dada, la armadura de la fe te ayudará a mantenerte despierto..

domingo, 21 de septiembre de 2014

MES DE LA BIBLIA

El mes de septiembre lo dedicamos de manera especial a la Biblia. A diferencia de otros libros, no es una recopilación de temas del pasado; para todos los cristianos y personas de otras religiones, la Biblia es considerada como un libro sagrado y especial, ya que por medio de ella Dios da a conocer su palabra y su designio amoroso para todos.
Esto significa pasar de la idea de un Dios como principio espiritual a la realidad de un Dios que nos habla; por ello su Palabra se convierte en la fuente que ilumina, orienta y alimenta nuestra vida. Por la fe escuchamos y conocemos este camino de Dios. La Biblia es el libro que contiene, precisamente, la historia de este camino de Dios hacia a nosotros. Podemos decir que ella es el testimonio de que Dios no abandona al hombre.
Un personaje importante dentro del contexto del estudio de la Biblia es San Jerónimo, cuya fiesta celebramos el día 30 de septiembre. Él se dedicó a pasar largas horas leyendo y traduciendo la Biblia de sus idiomas originales al latín la lengua más difundida en aquellos tiempos.
En este mes vamos a elaborar nuestros rincones bíblicos y entronizaremos la Biblia en nuestros salones, como signo de la presencia de la palabra de Dios entre nosotros, haciéndose vida.








jueves, 17 de julio de 2014

EVANGELIZANDO: Jóvenes del colegio llevando el mensaje de Dios a sus compañeros

Apreciamos a los jóvenes del Colegio San Agustín de Panamá Evangelizando a los niños y compañeros, en el marco de la Campaña Arquidiocesana 2014.
Este año los temas de la Evangelización se llevaron a los salones de clases y se incentivó a los jóvenes a compartir su fe... desde la sencillez de nuestras vidas...sin más ni menos, con lenguaje juvenil y fresco.

La Segunda etapa de la campaña es la de la solidaridad o como comúnmente se le llama "Las Alcancías"... las mismas se llevan a los salones y los jóvenes cooperan con la Iglesia.


lunes, 23 de septiembre de 2013

INVOCACIÓN EN EL MES DE LA BIBLIA

INVOCACION RELIGIOSA
23 DE SEPTIEMBRE

AYUDAME A SER TIERRA BUENA

Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron. Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad. Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron. Pero otra parte cayó en tierra buena; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno. (Lucas 8:4-8)


Señor, ayúdame a ser tierra buena
Que mi corazón sea sincero
Y pueda acoger en mi esa palabra
Que con dulzura y amor
Siembras en mi terreno.

Que no se cierre mi entendimiento
Mucho menos mi corazón
Y que tenga en mi interior
De tu palabra la razón.

Que no me deje arrebatar
De mis entrañas la simiente
Que hace de mi un creyente
Y siempre en ti pensar.

Tu palabra por doquier
Que pueda yo anunciar
te permito en mi sembrar

pues tierra buena puedo ser

viernes, 23 de agosto de 2013

Alocución



De manera recurrente escribo muchas alocuciones, que quedan olvidadas en la mente de aquellas personas, que les parecieron en su momento geniales, con ideas novedosas e interesantes, pero hasta allí, no trascienden más allá de la intención de recordar o exhortar en ese breve espacio tiempo.

Hoy quiero compartir con ustedes uno de esos escritos cortos... con motivo de la Campaña de Promoción Arquidiocesana, solo como un ejemplo para llamar a los chicos a la solidaridad con la Iglesia o cualquier obra social.

Alocución
“Campaña Arquidiocesana”

DIOS AMA AL DADOR ALEGRE.

2 Corintios 9:6 “Pero esto digo: el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno de cómo propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. 

Esta semana comenzamos la  Fase de Solidaridad de la Campaña Arquiocesana. Tal vez muchos de nosotros hemos preguntado ¿Por qué debemos dar dinero a la iglesia?, o ¿acaso no basta con la limosna de los domingos?, tal vez algún otro mal humorado ha exclamado exclamará: ¡Ya vienen, de nuevo esos padres y monjas con sus alcancías!
Hoy quiero darles solamente tres razones:

Primera razón: Debemos ser agradecidos con lo que tenemos, y retribuir a la sociedad lo que nuestros padres y nosotros mismos hemos tomado de ella. Ser desprendido de los bienes materiales para compartirlos con otros, es agradecer a Dios lo que él mismo nos ha regalado.

Segunda razón: Ayudamos a propagar el don que hemos recibido, que es el don de la Fe. Lo que donamos a la campaña, sirve para mantener tanto obras sociales, como pastorales. Sin esa ayuda muchas almas se perderían y el anuncio del Evangelio no llegaría a aquellas comunidades más alejadas y pobres.

Tercera Razón, que es para mí la más importante: “Porque Dios ama al que da con alegría”, el que da con gratuidad. Porque dar con desprendimiento es un acto de amor, que prolonga el amor de Dios. Porque el dador alegre es un candidato maravilloso para recibir todas las manifestaciones de la bendición de Dios. La adoración no comienza en la banca, comienza en su espíritu.

Así que los invito, a merecer el amor de Dios, siendo generosos y solidarios con nuestra propia Iglesia, porque estoy seguro será la mejor inversión que podamos hacer en nuestras vidas.

sábado, 10 de agosto de 2013

INVOCACIÓN RELIGIOSA

El Evangelio de hoy, nos relata la parábola del Reino de Dios, comparándola a Diez vírgenes unas necias, y otras sensatas. Las que llevaron aceite de sobra, y las que solamente llevaron lo poco necesario, para pasar la noche a la espera del novio que venía a su boda.  A las necias se les acabó el aceite, las sensatas o previsoras tenían de sobra.

Esta parábola nos refleja nuestra propia vida. El mundo es para aquellas personas que se preparan que dan todo de sí, que no se conforman con dar lo mínimo. Hoy tenemos entre nosotros a jóvenes previsores que han querido compartir con nosotros su talento.

Demos Gracias a Dios por el verbo
Por la palabra que se nos ha encomendado
Porque en una cuna se hizo verso
Y el verso el don más preciado.

Con la palabra diste esperanza al mundo
Y levantaste de la camilla al cojo
Devolviste la voz al hombre mudo
Y sembraste luz al ciego ojo

Con la palabra transmite la belleza
Pusiste color a los ríos y montañas
Le diste al hombre toda su grandeza
y sembraste un corazón en mis entrañas

Señor Jesús hoy solo quiero estar en tu presencia
Que mi corazón pueda responder a tu amor
No me destierres al dolor de ausencia
Llena mi boca para con palabras valor

Espíritu santo da vida a mis deseos
Empújame suavemente hacia lo bueno
Que mis pensamientos sean sinceros
Ayúdame a amar al compañero.

Gloria al Padre, creador
Gloria al Hijo redentor
y gloria al Espíritu santificador

Amen